ÁNGEL
LUÍS MEJÍAS JIMÉNEZ, BIENVENIDA VII.
José María Sánchez Martínez-Rivero
11 de Mayo de 2024, en Collado Villalba.
El pasado mes
de febrero se cumplieron dieciséis años de la muerte del maestro Ángel Luís Bienvenida. Sirva este modesto ensayo
para recordar su memoria. Fue uno de los hermanos Bienvenida
sobre el que se ha escrito menos. Es cierto que estuvo poco tiempo en activo;
pero lo hizo de forma seria y elegante.
Nació en
Sevilla el 2 de agosto de 1924 y falleció el 3 de febrero de 2007 en Madrid.
Vio
la luz en una de las familias que más gloria ha dado a la fiesta; no podía sustraerse
a ese ambiente y fue torero. Participó en numerosas tientas y becerradas hasta
que en 1942 entró en el escalafón novilleril, y el 11 de Mayo de 1944 tomó la alternativa en Madrid.
Como novillero
destacó sobremanera por su estilo con el capote –largo y puro-, con la muleta
clásico. Don Manuel Mejías, continuador de la dinastía, padre de los matadores de toros Manolo, Pepe, Antonio,
Ángel Luís y Juan, les había contagiado la gracia y la alegría que, según él,
había que tener delante del toro. Decía: Hay que contagiar al
público la alegría al torear. Esto no
es un funeral. Y así fue. Recordemos la eterna sonrisa de
los Bienvenidas en el patio de cuadrillas, en el ruedo, en la calle.
El 25 de julio
de 1943 debutó en Madrid con toros de Muriel alternando con José Parejo y Pepe
Dominguín.
De éxito resonante
puede calificarse el obtenido por el novillero el domingo 8 de agosto de 1943
en la primera plaza del mundo al estoquear a Señorito, número 161,
cárdeno salpicado de la ganadería titular de don Ángel Sánchez y Sánchez de
Salamanca. El novillo tercero –según orden de lidia fue devuelto- porque se
lesionó al capotearlo y hubo que correr el turno saliendo el ya referido Señorito
que se debió de lidiar en sexto
lugar. Ángel Luís Bienvenida capoteó de forma colosal, efectuando un
quite extraordinario. Se le colocaron tres pares de banderillas y pasó a la
jurisdicción de su matador que tras faena inmensa de muleta la coronó con una
estocada fulminante. El público pidió las dos orejas del bravo novillo que la
Presidencia otorgó.
En su segundo
–sobrero número 42, de nombre Vallecano, negro zaino-, no pudo lucirse
con el capote y con la muleta estuvo regular para despacharlo –otra vez- de una
estocada. Palmas.
Del programa de
mano original con su estadística –archivo del autor- sacamos los datos de los
demás novilleros: Pepe Alcántara, de blanco y rosa, ovación y palmas; José
Parejo, de grana y oro, silencio y pitos y Bienvenida, de celeste y oro,
dos orejas y palmas. Los novillos fueron mansos – excepto el tercero que debió
ser el sexto- y difíciles. Despuntaba ya una posible figura del toreo, que no
llegó a serlo; pero sí un gran maestro dentro y fuera de la plaza.
El crítico de
ABC, Giraldillo, publicó lo siguiente:
Hemos descubierto un torero grande, extenso, seguro
y artista. De Sevilla tiene mucho, pero tiene más de Córdoba, y todo ello sin
mengua de su propia personalidad.
Ángel Luís Bienvenida ha sabido impregnar de “Ángel”
la linfa magnífica que ha impuesto el serio Abderramán en el toreo moderno.
Todo lo excelso de Manolete ha sido asimilado por el rubio Bienvenida y vertido
en alfabeto sevillano. Tiene la gracia de un gitano. Ha cogido los mejores
mimbres de la ribera cordobesa del Guadalquivir y ha hecho un cesto -¡hará
cientos y cientos!- y en el centro ha puesto la flor de otro de los
Bienvenidas. Por esta vez el voto popular suscribe una calidad y certifica...
Toreo
fundamental, toreo de Ángel Luís Bienvenida, que ha pasado por el ruedo de
Madrid como un astro de primera magnitud.
Preparado para la alternativa la toma en Madrid, el 11 de
mayo de 1944, jueves, siendo padrino de la ceremonia su hermano Pepe y testigo
Antonio.
En el programa de mano se anunciaba:
Plaza de toros de Madrid. El jueves 11 de mayo de 1944 GRAN
CORRIDA DE TOROS en la que tomará la alternativa el famoso torero Ángel Luís
Mejías BIENVENIDA.
Se lidiarán 6 toros con divisa morada y encarnada, de la
acreditada ganadería de los señores herederos de D. ARTURO SÁNCHEZ COBALEDA de
Salamanca,
Espadas:
José Mejías BIENVENIDA.
Antonio Mejías BIENVENIDA.
Ángel Luís Mejías BIENVENIDA.
Que tomará la alternativa...
El maestro tuvo a bien dedicar al
autor de este artículo - en 2001- el programa de mano original de esta corrida.
Al ver por detrás del programa la estadística de la misma, comentó: No
estuvo la cosa bien ese día.
Más
sincero no pudo ser. El resultado
técnico fue: Pepe, petición de oreja y palmas; Antonio, silencio y pitos
y Ángel Luís, palmas y pitos.
Ángel Luís, vestido de blanco y oro. Estoqueó los
toros Rosquillero, número 46, negro bragado y Cornicorto, número
56, negro, girón calcetero.
Pero la apoteosis bienvenidista llegaría en la
corrida celebrada –también en las Ventas-, el día 24 de mayo. Los tres
matadores cortaron orejas. Pepe en su segundo toro, Antonio en su primero y
Ángel Luís en el sexto. Hicieron un precioso quite al alimón en el segundo toro
y banderillearon el sexto los tres matadores con acierto. El gran pintor
Roberto Domingo inmortalizó a los tres banderilleros, en un óleo, cuando lo
hicieron en la Real Maestranza de Sevilla.
Clarito, en Informaciones, el 25 de mayo de 1944,
finalizó la crónica de esta corrida en Madrid así:
El público, reconciliado –entusiasmado- con estos ruiseñores que han venido a alegrar la tardía “soledosa” primavera –ausente durante abril y mayo toda la torería-, se echa al redondel y alza en triunfo a los Bienvenidas. Cada uno de ellos ha prendido en su pecho el trofeo de la oreja de un toro. Antonio, en el lado izquierdo: el del lado de la mano de torear...
Fue el primer matador que toreó de muleta mirando al
tendido. El hecho tuvo lugar en la plaza de Barcelona.
En 1944 actuó en 20 festejos.
Tuvo especial importancia la intervención de Ángel Luís Bienvenida
en la corrida de Beneficencia celebrada en Madrid el 1 de junio de 1944 en
la que intervino al lado del Monstruo de Córdoba con lo que eso suponía. Se
lidiaron 9 toros. Uno para rejones de la ganadería de Montalvo para Álvaro
Domecq y 7 de Galache y uno de Villamarta para: El Estudiante, ovación y
oreja; Manolete, una oreja y vuelta al ruedo; Andaluz, palmas y
silencio y Ángel Luís Bienvenida, palmas y ovación. Destacó su labor en
quites y con la muleta. En esta corrida se puso en liza un capote de paseo que
ganó el Estudiante –16 votos- contra los nueve de Manolete.
Finalizó esa temporada en Madrid, el 17 de noviembre, en
un festival con toros de Gabriel y Manuel González al lado de Pepe Bienvenida,
El Estudiante y Cañitas.
En el año 1945 actuó en las Ventas, el día 17 de mayo, con
toros de Rogelio M. Del Corral junto a Pepe Luís Vázquez y Pepín Martín
Vázquez.
Su carrera taurina fue decayendo hasta torear en 1949 solo
cuatro corridas.
A este respecto conviene recordar la anécdota que cuenta
Antonio Carrascal Rodríguez, en su libro Toreros 1726-1965, de editorial
Carrascal:
En 1962, en un coloquio, uno de los asistentes hízole a Ángel Luís –que precisamente estaba sentado a nuestro lado--, la siguiente pregunta: “Usted que empezó tan bien, que hasta llegaron a llamarle “el Manolete rubio”, por qué se hundió y se retiró tan pronto: ¿por falta de valor, por...? Y Ángel Luís, contestó rápido, simpático y sincero: “¡No siga usted preguntando!”
Y ahí lo dejó.
Marchó a Colombia donde estuvo 8 años como empresario
alejado del toreo.
Contaba el maestro que una vez cortando madera en la selva
–con un machete en la mano derecha- viendo su ayudante que se estaba cansando,
le gritó: “Con la izquierda...,
con la izquierda” a lo que contestó el matador: “¿También aquí..., también aquí?”. Era
el grito que desde el tendido de las Ventas, a veces, tuvo que oír. Esto
demuestra el humor y la sencillez de Ángel Luís Bienvenida.
Ya en España –año 1957- apoderó a sus hermanos Antonio y
Juan. También a Antonio Ordóñez, Manolo
Cortés, Curro Rivera y Julio Robles entre otros.
El día 4 de Octubre de 2000, miércoles, y en Madrid
en el Aula Bienvenida, se celebró la
conferencia-coloquio Homenaje en el XXV aniversario
de Antonio Bienvenida. Fueron ponentes Jaime de
Armiñan, Adriano García-Loygorri, Fernando Fernández Román y Ángel Luís Bienvenida
que presidía el acto. Todos glosaron la figura del maestro fallecido.
Tuvimos el honor de asistir a dicho homenaje.
La intervención de Ángel Luís fue muy celebrada
porque llena de arte y humor refería que cuando Antonio toreaba en Madrid, lo
pasaba muy mal ya que su hermano solía decirle: “No te preocupes, que hoy se arregla esto”; Ángel Luís sabía lo que
quería decir con: “Hoy se arregla esto...”, Puerta Grande o
enfermería.
Remató
la faena contando que:
Cierta tarde en Madrid un
aficionado exaltado, increpaba a Antonio con frases duras y algunas mal
sonantes. Uno de sus peones se fue para el aficionado con ánimo de que se
callara. Dándose cuenta Antonio de esto, cuando se acercaba al burladero, le
dijo a su peón: “Déjalo, sus razones tendrá”.
Dando así muestra de su bondad, gran personalidad y respeto al público.
Es todo suavidades, elegancia
que deja intacta, limpia, su
figura
de armonías en gesto, y en
sonrisa
de maestro y señor... No se vio
nunca
ni mayor arrogancia
ni más firme retar a la fortuna
ni más genio supremo de maestro
ni más verdad tan pura.
Todo el máximo ritmo de la
Fiesta,
todo el valor sin tasa, sin
angustia,
todo el trueno de gloria, tiene
un nombre:
Ángel Luís Bienvenida: sin más
duda.
Extracto
de la poesía escrita por Federico de Mendizábal a Antonio Bienvenida que
nosotros trasladamos al maestro Ángel Luís. Solo bastaba cambiar el nombre; al
fin y al cabo eran toreros y hermanos.
Ángel Luís Bienvenida, con 11 años, soñando el toreo en el patio de la casa familiar en la calle General Mola.
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