Uno de los toreros más queridos y todo
un símbolo de la tauromaquia alicantina
Es un honor recordarle para quienes hemos tenido el privilegio de aplaudir su arte y creatividad en los ruedos y gozar de su amistad en diversos lugares de nuestra querida España. La de entonces, la de los años cuarenta y cincuenta, una España española, cristiana, de personas bien educadas , que pronunciaban muy bien la lengua de Castilla y, por añadidura, una España taurina y a mucha honra.
Fernando Claramunt López
Presidente del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida.
Paco Esplá Vicente, cabeza de linaje taurino, nació en Alicante en 1924 y se nos ha ido al Cielo de su ciudad mediterránea el 14 de septiembre del 2017 a los 93 años de edad.
Es un honor recordarle para quienes hemos tenido el privilegio de aplaudir su arte y creatividad en los ruedos y gozar de su amistad en diversos lugares de nuestra querida España. La de entonces, la de los años cuarenta y cincuenta, una España española, cristiana, de personas bien educadas , que pronunciaban muy bien la lengua de Castilla y, por añadidura, una España taurina y a mucha honra.
Paco es y será un personaje inolvidable, irrepetible. Ha sido un hombre de bien, un español de una pieza y un excelente torero dotado de una excepcional personalidad. Eso le ha permitido ser cabeza de ilustre linaje taurino, padre de dos matadores de toros, Luis Francisco y Juan Antonio y dos nietos, Alejandro y Santiago Esplá.
Sin descartar nuevos descendientes toreros. Por la placita de su Escuela pasaron los que iban a ser populares matadores de toros, sus discípulos "El Tino", "Pacorro", "El Caracol", "El Inclusero", por citar solo algunos. José María Manzanares, padre y un grupo de amigos celebramos en su placita una fiesta campera la noche víspera de la alternativa de la gran figura que fue José Maria, padre. de manos de Luis Miguel "Dominguín".
Paco Esplá Vicente
Ojalá estas líneas sirvan de entrada, de paseíllo, para otras reflexiones más serenas, menos alteradas por la pena de su muerte reciente. Paco Esplá Vicente ha pasado a la Historia del Toreo como veterano de los novilleros. Debido a su pundonor y vergüenza torera no quiso tomar una alternativa solo por tomarla. Había sido, de becerrista, un buen estudiante en la Escuela de Comercio en Alicante. Pudo ser luego un buen empresario, apoderado y ganadero, pero no quiso salir de su modestia y su dignidad recoleta y sincera.
Que Dios Nuestro Señor le tenga en el Cielo y pueda seguir dando clases de Tauromaquia.
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