EXCMO. SR. D. CRISTÓBAL ROLDÁN COBO
EMBAJADOR DE ECUADOR
'SOCIO DE HONOR' DEL CÍRCULO TAURINO
AMIGOS DE LA DINASTÍA BIENVENIDA
'En consideración a su importante aportación a la causa de la tauromaquia desde su profunda y acendrada afición mostrada como criador de reses bravas, siendo persona de excelente cualidades de torería que adornan el ejercicio de su alta función diplomática como máximo representante de su país, el taurino y fraterno Ecuador, de tan histórica vinculación con los integrantes de la gloriosa dinastía de Bienvenida'.
"Reivindiquemos los valores intrínsecos que posee la tauromaquia, enarbolemos nuestro taurinismo que nos debe enorgullecer, por seguidores, de una de las manifestaciones más altas de a cultura occcidental"
Dinastía Bienvenida blogspot
Madrid, 18 de Noviembre de 2018
Con extraordinaria brillantez se ha celebrado en días pasados un emotivo homenaje en la capital de España a D. Cristóbal Roldán Cobo, embajador de Ecuador, ofrecido por el Círculo taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida en el marco del prestigioso restaurante Ramses.Life, nueva sede de la tertulia taurina bienvenidista.
Bien conocida resulta la histórica vinculación de los integrantes de la famosa dinastía torera de Bienvenida con la América taurina desde los tiempos de aquella epopeya protagonizada por su verdadero artífice, Manuel Mejías, "Papa negro", como matador de toros primero y luego en la postrimerías de su carrera recorriendo con sus niños becerristas Manolito y Joselito, las más importantes plazas del nuevo continente, que continuaría luego como triunfantes matadores de toros, y tras su estela el gran Antonio Bienvenida y sus otros hermanos Ángel Luis y Juanito, con el colofón de Miguel Mejías Bienvenida que cierra el ciclo de su dinastía cuando en 2005 actúa en el Festival Virgen de la Esperanza de la quiteña plaza de 'Belmonte' que, precisamente, fuera inaugurada por su abuelo, "Papa negro", en 1920.
Así fue transcurriendo este emotivo encuentro, rememorando aquellos pasajes en torno a la figura de Don Cristóbal Roldán, cuya afición le llevó unos años más tarde a emprendar al ardua pero encomiable tarea de criar de reses bravas, hecho referido porJosé Luis Lozano, empresario durante tres lustros de la Iñaquito, como una lógica consecuencia de su pasión por la fiesta y por su principal elemento que es el toro, el mismo espíritu que le sostenía, dijo el ganadero español, en defensa de la pureza e integridad del toro cuando se le achacaba dureza en la crítica taurina, "lo que podríamos llamar un cronista revoltoso", dijo jocosamente José Luis Lozano, que no olvidó citar a su amigo y gran aficionado, el presidente de Ecuador, Gral.Durán Arcentales, como uno de los artífices de la fiesta al autorizar durante su mandato la importación de ganado de España dando lugar a la cabaña brava ecuatoriana base de la consolidación y expansión de la fiesta.
Fue su hermano Manolo, el mayor de los Lozano el que alcanzó el mayor grado de emotividad dirigiéndose al embajador de su segunda patria, o quizás la primera, dijo, por razón matrimonial con la bella dama quiteña Dª Jimena, y su profundo arraigo, un corazón quiteño en tierra española, exclamó Manuel Lozano, que también mencionó su amigo y compañero, el matador Manolo Cadena, empresario ecuatoriano pionero de la gran feria de Quito, junto con el célebre Luis Miguel Dominguín.
Es Luis Álvarez, otro de los grandes taurinos españoles en América de rancia amistad con Don Cristóbal, al que refirió la gran crónica que escribió sobre el acontecimiento taurino de aquella feria en la que un colombiano casi desconocido, César Rincón, conmocionó la plaza de Iñaquito como antesala de su posterior gesta triunfal en Las Ventas de Madrid.
Varios e importantes periodistas desplegaron tareas informativas en la gran feria de Quito, pero uno sobre todos ellos es Javier Hurtado que le manifestó al señor embajador su admiración como aficionado y respeto por lo que supone representando a Ecuador, país, dice Hurtado, al que tan vinculado se siente llevándole en el alma, expresando la esperanza de volver a él cuando los buenos oficios de Cristóbal Roldán ante la buena voluntad de su presidente Lenin Moreno culminen en la restitución de la feria de "Jesús del Gran Poder" de Quito.
Antonio Vázquez, igualmente presente en este evento, pudo escuchar atento comoJuan Lamarca recordaba que en la misma feria del triunfo de Rincón la otra actuación memorable fue la de su hermano y poderdante Curro con aquel toro dePuchalitola. Rincón y Curro se llevaron los trofeos oficiales que entonces, como recordará el señor Embajador, dijo Juan Lamarca, disfrutábamos de su solemne entrega en el histórico y fundacional Convento de San Francisco.
Terminó Juan Lamarca alabando la labor de Don Cristóbal Roldán y su familia en pro de la fiesta en Quito y su incursión en el campo ganadero pero no sin antes mencionar a los que le precedieron como puntales fundamentales, como lo fueron sus familiares Marcelo y Carlos Manuel Cobo, que tuvieron continuidad hasta la fecha en la persona de José Luis Cobo con Huagrahuasi y Triana, o Santa Rosa delIng. Saúl Montenegro, hierro heredado por José Luis Bruzzone, pasando por Jano Villavicencio con Puchilatola, la aportación con Atocha de Ramiro Campuzano, y los hermanos Bermeo con Charrón.
El ofrecimiento del homenaje culminó con las palabras de Don José María Álvarez del Manzano y López del Hierro, el perpetuo alcalde de Madrid en el corazón de su buena gente, que definió a la capital de España como una "fábrica de hacer madrileños" por su amable sentido de acogida y convivencia sobre aquellos que llegan de fuera como Don Cristóbal Roldán, y máxime si lo hace como embajador de un país hermano tan querido, tan hispano y tan taurino como es Ecuador. Tras los cual le entregó una placa con el nombramiento de Socio de Honor del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida.
Palabras de gratitud llenas de sinceridad y amabilidad fueron las expresadas por Don Cristóbal Roldán, hacia los integrantes del Círculo Bienvenida y a los presentes, y muy enjundiosas las referidas a la tauromaquia. Recordó su relación en Quito con Ángel Luis y Juanito Bienvenida, y valorando de forma superior la trayectoria de los miembros de la famosa dinastía torera encabezada por el Papa negro.
Como buen conocedor de la geografía española, sus costumbres y su cultura taurómaca, el señor Roldán manifestó que residir en Madrid es como un sueño y si es como embajador de su país supone una especial significación como un maravilloso cauce de relación entre su querido Ecuador y su amada España.
La exaltación de la fiesta brava resultó ser el eje de un discurso apasionado en su defensa:"Reivindiquemos los valores intrínsecos que posee la tauromaquia, enarbolemos nuestro taurinismo que nos debe enorgullecer, por seguidores, de una de las manifestaciones más altas de a cultura occcidental"
Abogó el señor Roldán por la seriedad de las corridas de toros, de la que hay que procurar desterrar vicios y picaresca, siempre en en pos de la verdad y la formalidad en aquellos valores que nos legaron nuestros abuelos, concluyó.
Con un clamoroso brindis por la fiesta, por España y por Ecuador, finalizó tan memorable acto.
Manuel Lozano, Luis Álvarez, José Luis Lozano y Cristóbal Roldán
Javier Hurtado mantiene la tertulia de la mesa
José Luis Lozano, Cristóbal Rodán, y Cristian
Juan Lamarca hace el ofrecimiento Don Cristóbal Roldán
Manolo Lozano glosa al embajador
Manolo Lozano y Luis Álvarez
Javier Hurtado