lunes, 11 de abril de 2016

MADRID: JUAN BARCO GANADOR DE XIV FÁBULA LITERARIA "VICENTE ZABALA" DEL CÍRCULO TAURINO A. DINASTÍA BIENVENIDA.


Málaga: Centro de Arte de la Tauromaquia
Colección Juan Barco
Antiguo edificio del Patronato de Turismo 
de la Costa del Sol, en la plaza del Siglo.


JUAN BARCO, GANADOR DEl PREMIO XIV FÁBULA LITERARIA "VICENTE ZABALA" DEL CÍRCULO TAURINO A. DINASTÍA BIENVENIDA.


El acto de entrega se celebrará:

AULA DE TAUROMAQUIA 'ÁNGEL LUIS BIENVENIDA' 
Teatro 'Muñoz Seca' de Madrid
Lunes 25 de Abril de 2016, 
20.00 horas

"...La encomiable y permanente labor de Juan Barco en pro de la causa del toro a través de su cultura y las artes, desemboca en el logro de una colosal obra que le hacen sobradamente merecedor de este prestigioso premio bienvenidista instituido en su día a la memoria del recordado periodista Vicente Zabala Portolés, trágicamente desaparecido...." 


Dinastía Bienvenida blogspot.
Madrid, 11 de Abril de 2016.-
La Junta Directiva del C. Taurino A. D. Bienvenida, presidida por Fernando Claramunt, ha resuelto otorgar el XIV Premio "Fábula Literaria Vicente Zabala", al coleccionista Juan Barco, hombre que dedica su vida a recopilar piezas y elementos de la cultura taurina en todos sus aspectos, y a su exposición por la geografía española en grandes eventos del arte de la tauromaquia.

La encomiable y permanente labor labor de Juan Barco por la causa del toro a través de su cultura y las artes, desemboca en el logro de una colosal obra que le hacen sobradamente merecedor de este prestigioso premio premio bienvenidista instituido en su día a la memoria del recordado periodista Vicente Zabala Portolés, trágicamente desaparecido.

Y así es que la culminación de ese sueño de Juan Barco llegó con la inauguración el pasado año del Centro de Arte de la Tauromaquia, en la ciudad de Málaga, constituyendo un hito en estos tiempos dada su importancia y transcendencia precisamente en el momento que que atraviesa la fiesta brava para que contribuya a poner en valor los “aspectos culturales por los que ha trascendido el encuentro entre el hombre y el toro, con la esperanza de que pueda ser la semilla que regenere la visión global que existe sobre el mundo del toro” ”, según manifiesta el propio Juan Barco.

El antiguo edificio del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, en la plaza del Siglo, recibe en estos días las obras que compondrán el nuevo Centro de Arte de la Tauromaquia-Colección Juan Barco, que se inauguró oficialmente el 25 de febrero de 2015.

La evolución histórica y su aplicación a través de las distintas artes plásticas resultan esenciales para comprender el fenómeno taurino, por lo que en esta última puesta a punto resulta fundamental acertar en la disposición de las obras y elementos a exhibir. Así, de las 1.400 piezas que el coleccionista extremeño cede a la Diputación Provincial de Málaga, se ha realizado un pormenorizado trabajo basado en la búsqueda de la máxima calidad de autores y obras, así como en su idoneidad para formar parte del discurso museográfico.

La obra gráfica adquiere una gran dimensión gracias a las tauromaquias más importantes publicadas a lo largo de la historia. Goya, Picasso, Antonio Carnicero, Víctor Adams y Lake Price están presentes en las salas del museo. La colección posee de igual modo grabados realizados en Alemania e Italia entre los siglos XVI y XVIII de escenas taurómacas, de las que se han seleccionado las más representativas, entre ellas los dos grabados más antiguos que existen de caballeros enfrentándose a toros, ambos del siglo XVI.


Es de especial relevancia la colección de carteles entre la época de Carlos III e Isabel II, considerada la más importante del mundo junto con la de la Biblioteca Nacional. Un total de 40 carteles de esta época serán expuestos de manera permanente, y serán renovados periódicamente teniendo en cuenta las pautas de conservación.


Las creaciones pictóricas de Asensio Juliá y Eugenio Lucas Velázquez, ambos próximos a Goya, junto a Roberto Domingo o Lucas Villaamil, se suman a las obras anónimas de los siglos XVIII y XIX, salidas de pintores que reflejaron el mundo del toro. En cuanto a la escultura se exponen obras de Mariano Benlliure, Salvador Dalí, Manuel Hugué, Sánchez Calzada, Sebastián Miranda, Picasso y Nacho Martín, como máximos exponentes de la temática taurina.

Vinculadas directamente a Málaga hay que reseñar, además de grabados, litografías y cerámicas, el vestido que Picasso diseñó al maestro Luis Miguel Dominguín, a lo que se sumancarteles de los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX, documentos de dos de los toreros que inauguraron La Malagueta (Lagartijo y Desperdicios) y las valiosas esculturas modeladas por José Cubero en el siglo XIX conocidas como barros malagueños.


Vestidos de torear del propio Lagartijo, Antonio Fuentes, Bombita, Cagancho, Manolete, Antonio Bienvenida, Paco Camino, Ordóñez, Julio Robles, Manuel Benítez El Cordobés, Enrique Ponce, Espartaco, Miguel Ángel Perera, El Juli o José Tomás podrán contemplarse junto a otras piezas pertenecientes a Paquiro, José Lara, El Viti, Curro Romero, Litri, El Cid, Manolo Segura o Juan Belmonte, para completar la mayor colección privada de arte taurino de España.


En una ubicación privilegiada, en el entorno de los otros grandes espacios expositivos de la ciudad como el Museo Casa Natal de Picasso, Museo Picasso, Carmen Thyssen, el inminente Centre Pompidou o el Museo de Bellas Artes en proceso de renovación, el Centro de Arte de la Tauromaquia-Colección Juan Barco aspira a convertir Málaga en un lugar esencial para comprender el arte de torear; apostando por una museografía de línea didáctica, buscando nexos de unión entre las piezas y el espacio disponible.

El museo cuenta con ocho espacios diferenciados, de modo que el visitante iniciará el recorrido por una sala titulada Del mito al logos, en la que se mira al pasado e indaga en el punto de partida de los enfrentamientos entre hombres y toros, una estampa zoomórfica que desde hace 20.000 años está presente en Europa, África y Asia. Las dos obras gráficas más antiguas que existen de tauromaquia, cuatro cerámicas de Picasso, el Minotauro de Dalí, el toro de Farnesio y una chaquetilla de forcado están presentes en la sala.


La lucha de caballeros contra toros constituye un paso previo a la aparición del toreo a pie, y así se refleja en la segunda sala, Orígenes del arte de torear. Obras gráficas italianas o pinturas anónimas de caballeros goyescos nos trasladarán así a la segunda mitad del siglo XVIII, junto a obras gráficas de Pedro Romero o Costillares ambas de Juan de la Cruz Cano (1788), una chaquetilla del siglo XVIII que perteneció a Pepe Hillo, un lienzo de Antonio Carnicero o trajes de maestrante del siglo XVIII.

El toro ha sido considerado por muchas culturas en el mundo antiguo como un animal sagrado, y así se refleja en El tótem del Mediterráneo, en este caso con dos peanas que sirven de soporte a una escultura de un toro obra de Mariano Benlliure y un encierro de Nacho Martín de grandes dimensiones, ambas en bronce. También obras pictóricas del siglo XIX. En esta sala se incluye también un audiovisual grabado en alta definición en la ganadería de Victorino Martín.

Desde el punto de vista plástico, las tauromaquias de Goya, Picasso y Carnicero vienen a representar el culmen gráfico de un arte efímero que logra su perdurabilidad en el tiempo gracias, en este caso, al papel. Así se entiende en la cuarta sala del centro, completada con los Toros de Burdeos y los toros voladores de Goya.

El torero: héroe y creador muestra la evolución histórica que ha tenido la fiesta de los toros, con especial atención a la vestimenta. Pinturas de Asensio Juliá, Lucas Velázquez, Zuloaga y Roberto Domingo acompañan a vestidos de torear de los más grandes toreros de toda la historia, de Lagartijo, Bombita o Guerrita, a El Juli y José Tomás. Estoques, trajes de picador o de banderillero se acompañan de otros útiles empleados por grandes figuras.

Unida íntimamente a la fiesta de los toros siempre ha estado la intención de comunicar y así hacer llegar al público la celebración de un festejo, y en este contexto se sitúa El cartel: reclamo e imagen pública. Carteles de las épocas comprendidas entre los reinados de Carlos III e Isabel II, otros con connotaciones históricas importantes, como es el caso de las corridas celebradas con motivo de la guerra de Cuba, o documentos vinculados a la cartelería a lo largo de la historia.

La plaza: la escena permitirá conocer al visitante la evolución de los cosos taurinos a través, entre otras piezas, de pinturas de Lucas Velázquez y obra gráfica de mitad del siglo XIX; mientras que la visita a la exposición permanente concluirá con Tercios y suertes de la lidia con Tauromaquias de Lake Price y Víctor Adams, los famosos barros malagueños en los que se representa el proceso de lidia de un toro, o un cuadro de Denis Belgrano junto a pantallas con escenas en las que se representan diferentes suertes empleadas en la lidia de un toro bravo procedentes de los fondos documentales de la colección.

El Centro de Arte de la Tauromaquia-Colección Juan Barco completa su espacio expositivo con una biblioteca con fondos documentales abierta a la consulta de todos los investigadores que lo deseen, una tienda y cafetería en la planta alta del edificio.

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