Nelson Hernández
MARACAY
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
II CONVENCIÓN NACIONAL 
DEL CÍRCULO BIENVENIDA
PALABRAS DE  NELSON HERNANDEZ  RAMIREZ,  PRESIDENTE DEL CAPITULO  NACIONAL VENEZUELA  DEL  CIRCULO TAURINO AMIGOS  DE LA DINASTIA BIENVENIDA, EN EL  AC TO DE CLAUSURA  DE  LA  SEGUNDA CONVENCION NACIONAL, EN  MARACAY EL SABADO DIECISIETE  DE MARZO  DE DOS MIL DOCE. 
Llegamos al   final  de  una  grata  jornada, caracterizada  por la unidad y el compañerismo  entre  los dirigentes del Círculo  Bienvenida  de  Venezuela.  Lo  hacemos con  la conciencia  del deber  cumplido  y  de haber  asumido cada hora  de reunión, diálogo  y análisis con entera  responsabilidad  y poniendo  por  delante  ese  sagrado compromiso  que asumimos  al  jurar cumplir  “con  las obligaciones inherentes  al  cargo”   el  día  de estreno  de  nuestra gestión. 
Todo cierre  de una jornada es motivo  de orgullo  por haber desplegado  con  acierto  una programación,  la  cual  no  representa  un pequeño  esfuerzo o  trabajo, sino que  se corresponde con muchos  días de estudio y preparación,  y que  tiene  numerosos elementos logísticos pocas  veces  apreciados. 
No  es  solo  reunir un grupo y  hacer una discusión o debate. No.  Son constantes encuentros para  definir fechas,  nombres, comisiones, grupos,  responsabilidades, tareas, concertar  acuerdos  con  los conferencistas,  muchas veces convencerlos,  otras veces animarlos y en medio  de todo,  siempre el  detalle faltante y  el pequeño error  o la omisión. 
En esta Segunda  Convención  hemos  tenido  el  hecho singularísimo  de que a nuestro  lado  estuvo como asociada la  prestigiosa  Universidad  Bicentenaria de Aragua, con su equipo  rectoral dando apoyo  sin reservas,  y  soportando  todos los movimientos  organizativos  desplegados por el Presidente  del  Comité Organizador, el  Profesor  Domingo Mora Márquez, abnegado, serio y honorable  aficionado, de quien siempre tendremos  la mejor expresión por ser un auténtico hombre con principios  que lo emparentan con  la  Dinastía Bienvenida. 
Con Mora han estado  amigos  del Capítulo Maracay  del Círculo  Bienvenida y de la Peña  Aficionados  Taurinos  de Aragua, en una suerte de encuentro de  generaciones,  de todas  las   generaciones  taurinas, con  un mismo pensamiento  y un solo objetivo,  hacer de la  Convención un éxito,  tan grato  y ejemplar como el que hemos  logrado. 
Ayer y  hoy hemos  reafirmado  el  carácter voluntario de nuestra  militancia  bienvenidista, el concepto  de buena  voluntad y rectitud que  identifica cada paso y la  precisión  de que como  aficionados no estamos ajenos   a obligaciones impuestas  por la  defensa  de nuestra  pasión taurina,  hoy sometida  no solo  a los  ataques de  no afectos, sino  también golpeada  por indiferencias, malas  actitudes y empeños  necios de muchos  de los hombres y mujeres que  están  en uno  u otro  sector. 
Queda claro  en  esta Convención  que no nos importa el tener que remar  solos  en un mar proceloso,  porque  tenemos  la fortaleza  que nos da la  hermandad entre  aficionados  venezolanos,  asistidos por la  estimulante  solidaridad española, ya conocida y muy apreciada, sino también por  ese  naciente   fraternidad con los taurinos mexicanos,  uno de cuyos  buenos exponentes  ha departido con nosotros. 
Dos  días  de jornadas fortalecen el asociacionismo taurino,  nos han permitido renovar  y refrescar cuadros  dirigenciales,  y nos  han impulsado  hacia derroteros distintos,   gracias   a  las propuestas novedosas  que han traído los capítulos venezolanos, cada vez  más consustanciados  con nuestros valores  y principios, los mismos que como legado histórico  ha dejado la Dinastía Bienvenida. 
Iniciativas  distintas, novedosas,  se incluirán  en los  programas de los meses  venideros, de  acuerdo  a  los anuncios y acuerdos logrados,  pero también cada hora nos ha permitido  tener mejores  y mayores conocimientos, para  ser cada  día mejores  aficionados, perfectamente  imbuidos de los enormes  retos  de las  venideras  semanas. 
Factor  clave  es la feliz circunstancia  de que pudimos  reunir  cinco ponentes internacionales  de altísima calidad,  para  hacerlos alternar  con  otros venezolanos de relevantes  méritos,  entre los  cuales  debo destacar  a  miembros  de  nuestra  Junta Directiva. 
Mención  aparte  corresponde al inicio  formal y de buenos auspicios de nuestras publicaciones  impresas, con  la aparición  del primer libro, ese  recuento de nuestra gestión,  hecho  para  preservar la  identidad  institucional y para poner en claro que  si  se trata  de una actividad  cultural, los libros no pueden estar ausentes. 
Los pasos  que hemos dado  han sido meditados, discutidos, analizados, asumidos y  desplegados, sin  secretos o mediatizaciones, y  por ello se publican para  que en el devenir haya constancia  expresa  de todo lo realizado. 
En medio de la  Convención Nacional realizamos  la  sexta reunión del  Capítulo  Nacional  Venezuela, por primera  vez  con asistencia mexicana, lo cual  nos enorgullece, porque ya habíamos tenido presencia hispana en otras citas en  Valencia, San Cristóbal y  Mérida. 
En  este  encuentro  de  dirigentes capitulares se ha reafirmado el norte  de nuestra misión, servir  a la fiesta brava, pero  también impulsar la solidaridad social  que nos enseñaron  los  Bienvenida, especialmente  nuestro paisano  caraqueño Antonio. 
La tauromaquia tiene mucho de  espectáculo  y actividad mercantil, pero  es también arte y cultura,  y dentro  de  éstas últimas no escapa el  elemento social, la solidaridad  expresada  no solo  en palabras, sino en buenos  afectos  que ayuden a facilitar  la  vida y mejorarla a muchos ciudadanos, sean  o no aficionados taurinos. 
Ese  es el sendero que queremos recorrer y es por ello que mantenemos la propuesta  hecha al Concejo  Municipal de   Caracas de reabrir el Nuevo Circo para celebrar festejos benéficos.  Seguimos esperando la  respuesta. 
Al  cierre de la  Convención, no podemos  dejar  de lago  el homenaje  que realizaremos al primer  triunfador  de la  Feria  Taurina  de  Maracay,  nuestro querido Manolo  Bienvenida,  con el  regalo de  una estatua  que dejamos al patrimonio cultural  de la  Ciudad  de  Maracay,  junto con una versión en arcilla  y revestimiento pulido de los  carteles de ese  siempre  bien ponderada  temporada de 1933, cuando  el Presidente  Juan Vicente Gómez inauguró la Plaza de Toros del Barrio  Calicanto. 
Amigos y amigas,  gracias por habernos acompañado, por darnos  respaldo, por hacernos sentir  que las ideas  que  seguimos  no son  para el regodeo personal, sino que representan nuestra misma  existencia, porque como  aficionados estamos llamados  a  defender y realzar la incomparable fiesta brava. 
Hasta  la Tercera  Convención. 
Fraterno abrazo para  todos.
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